miércoles, octubre 24, 2007

Educando en la solidaridad

Por: Antonio Torres Andrade

Ayudar al que lo necesita, brindar apoyo al que le hace falta, dar aliento al que se siente deprimido, son algunas expresiones o muestras de una actitud solidaria. Las personas somos capaces de hacerlo en la medida que nos proponemos. Con motivo de los sucesos del 15 de agosto, en el sur del país, se ha puesto de manifiesto la Solidaridad; sin embargo, también hubo algunas actitudes de aprovechamiento y abuso de la necesidad de otros. Comportamientos contrarios a una práctica de bien, por lo que, se hace preciso educar en la solidaridad.

Es preciso, referir que se ha generalizado el que pensamos en la Solidaridad como una actitud que se debe asumir sólo en emergencias y desastres; muchos no tienen en cuenta que la Solidaridad es una característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la cooperación con ellos.

Esa unión y cooperación que fortalece el grupo cada vez que procuramos el bienestar de los demás, participando en iniciativas que nos impulsen a alcanzarles lo que les es indispensable como haciendo colectas de ropa y alimentos para los más necesitados, colaborando en campañas de cuidado y limpieza de calles y áreas recreativas de la comunidad, en los momentos que auxiliamos a quienes son víctimas de alguna catástrofe, es decir, prestando nuestros servicios en la creación de mejores condiciones de vida.

La solidaridad es la ayuda mutua que existe entre personas, no porque se les conozca o sean nuestros amigos, simplemente porque todos tenemos el deber de ayudar al prójimo y el derecho a recibir la ayuda de nuestros semejantes.

Qué agradable es el momento en que alguien es capaz de brindarnos el apoyo en el desarrollo de una actividad que se nos hace difícil realizarla, o en el que levanta los objetos que han caído de nuestras manos. La solidaridad entonces es servir a los demás desinteresadamente, por el simple hecho de ser personas, porque han descubierto la fraternidad.

Un objetivo más de la educación debe ser la de formar a la persona en una actitud que asegure de manera permanente la ayuda y participación de todos. Que se entienda que la Solidaridad requiere pensar en los demás como si fuera uno mismo, que lo que le sucede a nuestro vecino hoy, mañana puede sucedernos a nosotros, pues no vivimos aislados y por lo tanto es una actividad permanente la de prestarnos ayuda.

A continuación unas vistas acerca de la visita realizada a Pisco (Ica):

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